FERNANDO AUGUSTO - Os últimos dias de meu Pai
Técnica: Fotografia Digital | Dimensiones: 30.4 x 40.5 cm |  Fecha: 2003

DESCRIPCIÓN FORMAL DEL OBJETO
Serie fotográfica que representa una escena en el interior de una residencia. La imagen presenta una habitación con paredes de mampostería pintadas de azul, donde en su centro hay una mesa con mantel blanco estampado y un florero con flores, alrededor de cuatro sillas. A la izquierda de la mesa, un perro negro mira hacia el espectador. En la pared de la derecha, una ventana de madera pintada de rojo está semiabierta. En la pared al fondo, una puerta abierta da acceso a otra habitación donde es posible ver una mesa con mantel de encaje y dos cuadros en la pared.

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La fotografía fue producida a finales del año 2003, en Madeiros Neto, sur de Bahia. Es parte de una serie de cinco fotografías y un libro de artistas titulado "Los últimos días de mi padre". Las cinco fotografías de la serie tienen como escenario la misma habitación en momentos y ángulos diferentes, que acompañan los últimos días de vida del padre del autor. Para esta exposición elegimos la foto con la habitación vacía, compuesta solo de objetos y la decoración de la casa organizada. La imagen cambia totalmente de sentido cuando conocemos la historia detrás de ella, no se trata solo de una composición del interior de una casa simple y organizada; cada objeto de la decoración está impregnado por la presencia y las historias allí vividas del morador que ahora se despide, pero seguirá presente en la memoria de los que le conocieron.

para reflejar

En el momento de aislamiento social al que nos impuso la pandemia de Covid-19, permeado por el contagio, por la enfermedad, por la pérdida de seres queridos, la obra de Fernando Augusto nos lleva a reflexionar acerca de las despedidas. Sobre ese trabajo, el artista contribuye también con un artículo en el cual presenta la serie de fotografías y dibujos titulada "Los últimos días de mi padre", que fue expuesta en la Casa Andrade Muricy, Curitiba-PR, en junio de 2004. En este texto, Fernando Augusto (2004) nos dice:
"Allí están el dolor, la agonía, el grito, lo que no queremos ver. ¿Será que el arte nos posibilita, nos ayuda o nos conforta en momentos como este? Alguien ya dijo que no vamos al dentista para tratar los dientes buenos, sino los que duelen. Esta es ciertamente la vía del arte, hablar de lo que duele; es la vía que nos hace trabajar y buscar sentido. Así es que, naturalmente puse en mi equipaje el material fotográfico y de dibujo al iniciar aquel viaje para ver y despedirme de "su Josa", era así como lo llamábamos".
Continúa explicando que: "Fotografiar es una forma de ver, de nombrar y de despedirse de las cosas. Las cosas van, pero de alguna manera guardamos su presencia en las imágenes que tenemos de ellas. Se trata de una manera de pensar lo que fue y de seguir siendo. Yo me disponía a hacer estas imágenes por tratarse de mi padre, pero sé que ellas evocan, aunque de manera incompleta, el destino de todos los hombres, como escribe Morin al hablar de Vidal, su padre".
Y concluye sus reflexiones diciendo: "Recuerdo a mi padre vivo y pienso, mi padre solo morirá cuando yo muera". (BUENO, 2017). La manera cuidadosa y amorosa que el artista construyó esta serie y la forma en que eligió vivir este momento tan particular y doloroso que es la pérdida de un padre, es en realidad un profundo homenaje a él, donde el arte nos conduce de forma poética a aquello que no se puede controlar - la muerte.